viernes, 3 de febrero de 2012

HABLEMOS DE HAIKU: LO SAGRADO

fotokotori



No sé si voy a poder trasmitiros en palabras y con cierta coherencia el significado que para mí tiene lo que llamamos Sagrado.

Para mí, es una experiencia que nace del sentimiento y no del entendimiento…. Huye del ruido y de todo lo que nace del artificio, donde no tiene cabida, quizás porque ya está lleno de egos, de elucubraciones, de pretensiones artísticas, de la lógica del razonamiento mental, al menos de ese razonamiento que se empeña en pesar, medir y sacar conclusiones previsibles con el dudoso fin, creo, de poseer su secreto para reproducirlo en un laboratorio. Puede que la pretensión de dominar lo Sagrado es lo que más nos ha alejado de Él como para poder sentirlo de forma espontánea y plena.

Lo Sagrado habita la Naturaleza como principio y como medio dónde se manifiesta la Vida y la Muerte en un ciclo de devenir en el que estamos inmersos aunque distantes, también los humanos. Humanos con diferentes maneras, individuales y/o culturales, de relacionarnos con Él, que en algunos casos, como en la cultura japonesa, lo favorece, viviéndolo como algo natural y en otros no, como a grandes rasgos, ocurre en Occidente.

Puede que esa distancia, ese pequeño o gran alejamiento de lo Sagrado, es lo que nos haga sentirlo de forma diferente a la que supuestamente puedan sentir por ejemplo los animales, -que no se yo qué tendrían que decir aquí ellos, lo mismo nos sorprenderíamos- y vivenciarlo como algo que nos conmueve potentemente al entrar en contacto con su esencia, que sin duda resuena en nuestro interior como algo conocido, algo que añoramos y que, por lo que sea, nos vimos obligados a abandonar. Lo siento también, como el soplo vital, la energía que sostiene la realidad en la que nos movemos.

Es Sagrado, porque es misterio, es inconmensurable, porque sólo se deja ver cuándo quiere y dónde quiere sin pedir permiso, asombrándonos, pillándonos desprevenidos, cuando menos le esperamos, en lugares insospechados, rompiéndonos los esquemas mentales, para dejarnos patas arriba, con el corazón latiendo a toda velocidad a la vez que nos llena de una emocionante calma en la que no necesitamos nada más. Y también, de alguna manera, lo Sagrado nos pide un esfuerzo, un gesto de consentimiento, un compromiso para volver a su lado, para reconocerle. Aunque no siempre actúa así y de vez en cuando se cuela por una rendija en nuestras vidas, recordándonos que está ahí sólo por si nos apetece apostar por Él.

El haiku, para mí, es simplemente la expresión de todo esto que siento cuando de soslayo ocurre que llega un chispazo y estoy por ahí, pero sin estar Yo.

Mi compromiso: hacer lo imposible para estar lo suficientemente en silencio, atenta y abierta para que lo que ocurre - y siempre está ocurriendo- entre y quepa en el huequito que intento dejar dentro de mí, pero sin expectativas, sin avaricia . No como una coleccionista o una cazadora de haiku, sino como un modo ideal de vida que me lleva a que este mundo sea un poco más habitable de lo que a veces se me antoja y después, eso sí, contarlo a ser posible en 17 sílabas.

Lo Sagrado, como el haiku, o lo sientes o no lo sientes.


¿TE ATREVES A COMPARTIR TU EXPERIENCIA EN TORNO A LO SAGRADO? TE LO AGRADEZCO. ANÍMATE.

Un saludo, Mercedes.

6 comentarios:

bosquedebambú dijo...

Genial cuando comparas la sensibilidad para sentir lo Sagrado y el haiku, se tiene o no. Nunca lo había pensado así y me ha calado. Llevo un tiempo visitando tu blog y he de reconocer que me gusta lo que escribes porque guarda esa magia de los instantes en los que todo se condensa en una imagen. Es inexplicable esa sensación pero es maravillosa cuando te ocurre. Sigue escribiendo. BdB

Josefa dijo...

Soy una principiante en sentir el haiku, como tú lo sientes, pero está ahí dentro de mi y es en el momento que menos lo espero cuando surge y en mi humilde saber intento describir en un haiku mi dulce y maravillosa sensación.
Me ha encantado este escrito.
Besitos.

ADMINISTRADOR dijo...

Gracias BdB y Josefa por dejar vuestras apreciaciones en torno al haiku...

Creo que ser principiante o no, poco tiene que ver con la sensibilidad despierta en el alma y que se puede expresar a través del haiku. Josefa, tú has demostrado que tienes alma de haijin.

Un abrazo a las dos y gracias de nuevo.

Anónimo dijo...

Creo que tenés razón. Creo que el hombre perdió un poco el contacto con la Naturaleza y con lo Sagrado, pero que, de a poco, lo está recuperando. Y creo que a veces hay que desconectarse un poco y conectarse con nuestro interior y con la naturaleza.
Besos.

Xaro La dijo...

Se siente o no se siente...He ahí la cuestión.

Gracias por dejar tu magnífica experiencia

Un saludo

Unknown dijo...

Hola Mercedes, descubro tu blog, y leo esta entrada 5 años después de que la escribieras. Soy un principiante profesional y en esto del haiku tambiém; ¡qué maravilla (me queda todo por caminar)¡ Lo que escribes me reafirma en mi idea de que lo que el haiku exige es...¡todo¡ y nada más que estar aquí, ahora y así. Sucede, no obstante, que en todos los haikus que me gustan veo "lo sagrado" y de ahí que no tenga muy claro cuáles son "no sagrado". Seguiré caminando. Gracias por esta maravillosa entrada.