lunes, 5 de noviembre de 2012

"COMPAÑEROS DE VIAJE" UNA REFLEXIÓN


fotokotori



COMPAÑEROS DE VIAJE

A veces, la vida nos da la oportunidad de elegir un camino espiritual y es en ese nombre, en el de la espiritualidad,  donde suelen  imbricarse la discordia y la armonía. Lo más feo y lo más bello del ser humano parecen aflorar cuando los hombres nos unimos con el noble fin de caminar juntos hacia una meta común, despojados aparentemente de toda máscara… Y aunque parezca extraño a los profanos, es el lugar idóneo para que los egos salgan a la luz y comience el proceso de desprendimiento.  Con lo cual, resulta perfecto.
He llegado a esos lugares donde el caminante, está deseando llegar. Esos espacios de armonía donde puedes bajar la guardia.  Al menos, eso he creído. Encontré refugio en humildes cobijos donde parecía que  soplaba menos fuerte la ventisca y en donde me consta, un cálido hogar permanece encendido para el que va y el que viene.  Un día, alguien se sienta frente a mí y lo que creía abandonado hacía tiempo, de pronto  señala con el dedo acusador y vuelven los demonios a ser esos indeseables compañeros de viaje.  Inocencia o soberbia, no sé. Creía que hacía tiempo había dejado  fuera de mi vida esa pesada carga, pero puede que mientras estemos atrapados en estas carnes forjadas durante siglos, milenios de miedos y rencores que pesan como el plomo,  caeré las veces que sean necesarias hasta aprender a desaprender. Sin duda, mientras tejía, me he saltado algún punto y si no quiero echar a perder la labor, he de deshacer hasta llegar a ese punto para pasarle su trocito hebra y poder continuar sin que se quede un agujero que cada vez se haga más grande.
Es en esta confusión entre el reflejo, el espejo y el espejo que refleja al reflejo del espejo, donde a veces me hallo, y donde me da vértigo mirar tanto para delante como para atrás porque es la multiplicación hasta el infinito de una patética paradoja que se prolonga hasta la más absoluta oscuridad…¿pasado?...¿futuro?...
Me detengo, bajo la mirada y miro mis manos vacías que llevo a juntarlas sobre mi corazón y cierro los ojos. Fuera, nada es real, dentro late la verdad, la vida… tan cerca, tan lejos…. sólo si quiero. Agradezco cada nueva oportunidad de aprender, de despojarme, de pedir perdón y de humildemente,  perdonar.

Mercedes "kotori"

3 comentarios:

Pablo dijo...

Conozco esa sensación de trazar círculos. ¿Cada vuelta es distinta, se ve distinta, tiene que ser distinta, puede ser distinta, es igual? En fin, un abrazo, intentaré trasmitirte el sentimiento con el que me gustaría dártelo con un recuerdo de mi niñez (no es un haiku, lo escribi antes de saber lo que eran pero para mi significa mucho)
teje la abuela
juega la niña al sol
con un cabello

Josefa dijo...

Mercedes este escrito es identico a mi estado de ánimo.

El último párrafo es igual a lo que siento.
Gracias por escribir tambien.

ADMINISTRADOR dijo...

Gracias a vosotros, Pablo y Josefa por compartir vuestros sentimientos conmigo. Es un honor inesperado y precioso.
Pablo, ese poema, si corresponde a la realidad y despojándole de algo de retórica, podría ser perfectamente un haiku de asuntos humanos, que también los hay.

Josefa, lo mejor, es soltar las cosas y dejar que caigan por su propio peso. Lo que ha de ser, será.

Un abrazo, Mercedes.