Bueno, Merce, a mí no me ha sugerido este Haiku un crujiente bocata de calamares (aunque te confieso que ¡me encantan!;)
Me ha transmitido la dualidad entre la inmutabilidad(o lo que a simple vista no cambia)y el fluir de los ciclos; que en el fondo son tambien inalterables de principio a fin, como un círculo que se cierra...
Un buenísimo haiku; para contemplar mientras se saborea un bocata de calamares fritos...
ResponderEliminarJL
Jejejeje... si no llegas a nombrar los calamares....sería un misterio.
ResponderEliminarGracias; de veras que es importante.
¡Cierto! Nada como un calamar a la romana (aún en tierras meseteras)...
ResponderEliminarJL
Bueno, Merce, a mí no me ha sugerido este Haiku un crujiente bocata de calamares (aunque te confieso que ¡me encantan!;)
ResponderEliminarMe ha transmitido la dualidad entre la inmutabilidad(o lo que a simple vista no cambia)y el fluir de los ciclos; que en el fondo son tambien inalterables de principio a fin, como un círculo que se cierra...
Besitos, linda.
Jajaja Mar, tranquila, que lo del calamar tiene un significado esotérico difícil de explicar....
ResponderEliminarGracias por dejarte sentir por aquí, como esos guijarros mecidos por el mar.
Un beso
Hola!!:
ResponderEliminarQuiero compartir contigo la alegría
de los 100 amigos blogueros. Te
Invito al “brindis”. Te espero en mi
pequeño mundo. Cariños. Rayén
Mercedes:
Poesía pura
esencia de belleza
en tus escritos