sábado, 30 de octubre de 2021

- VERÓNICA ARANDA, HAIJIN MADRID, ESPAÑA -SOLO HAIKU- (GENERACIÓN 2000-2012)

 



Una tortuga

atravesando el lago.

Crujen los lotos.

 

La niña peina

su muñeca sin ojos.

Valles de té.

 

Se zambullen

muy despacio en el mar,

cinco pelícanos.

 

Bosque de hayas.

La libélula busca

franjas de luz.

 

Caen buganvillas.

Una ciega atraviesa

las vías del tren.

 

En el jardín

del viejo manicomio,

los tulipanes.

 

Un crematorio;

en el umbral tres niños

bailan peonzas.

 

Cerca del mar

un perro ciego

me olisquea.

 

Cae la tarde.

El tuk-tuk de los monjes

esquiva a un ciempiés.

 

Un manzanal.

En la casa deshabitada,

ropa tendida.

  

Nadie

con quien hablar.

Los ciruelos maduros.

  

Llego a la aldea.

Mientras calientan té,

ulula el viento.

 

Bajo los farolillos

de colores,

asan serpientes.

  

Al abrir

el joyero de la abuela,

aroma a glicinas.

 

Mediodía;

en pleno arrozal,

unas tumbas.

 

 

Fotografía de Raúl Hernández Salas.

© Verónica Aranda

viernes, 29 de octubre de 2021

SUSANA BENET, HAIJIN VALENCIA, ESPAÑA - SOLO HAIKU - (GENERACIÓN 2000-2012)

 


 

De madrugada

cruza la casa un canto

de golondrinas.

 

El viento agita

el reflejo de un árbol

dentro del agua

 

Todo el fulgor

del otoño en el cesto

de las manzanas.

 

Van salpicando

sin orden la llanura,

las amapolas.

 

Limpio, vibrante,

el silbido de un mirlo

tras el chubasco.

 

Por la ventana

del hotel se ve el faro.

Tampoco duerme.

 

Se posa el sol

en la taza de té.

Bebo la luz.

 

Tras el derribo,

los colores de viejas

habitaciones.

 

A cada vuelta

del tiovivo, mi padre

diciendo adiós.

 

Pasea el perro.

Detrás, con paso lento,

el amo fiel.

 

Saltando charcos

voy al colegio y vuelvo

saltando charcos.

 

En casa extraña,

el rostro familiar

de una violeta.

 

 

Susana Benet – octubre, 2021

 

 

 

JOSE LUIS ANDRÉS CEBRIÁN, HAIJIN, ARAGÓN , ESPAÑA -SOLO HAIKUS- (GENERACIÓN 2000-2012)


  

Sobre las cenizas frías

de las hojas quemadas,

huellas de pájaros.

 

Sólo el rumor

del río se escucha

en la montaña.

 

Nada se mueve;

ni los árboles zarandeados

por el viento.

 

Carnaval:

un disfraz encima

de otro disfraz.

 

Los habitantes

del pueblo abandonado:

el viento y las zarzas.

 

La mariposa

de alas rotas busca flores

en otoño.

 

Las hojas secas

caídas han borrado

todos los caminos.

 

En los acantilados

de la duda rompe el mar

del silencio.

 

En cualquier lugar

del bosque de la montaña,

un cuidado jardín.

 

Atrapada

en las púas del espino,

una hoja seca.

 

Perdida en la ciudad,

la mariposa busca

una calle con flores.

 

El gorrión

echa a volar y cae

una hoja seca.

jueves, 28 de octubre de 2021

ELÍAS ROVIRA GIL, HAIJIN ALBACETE, ESPAÑA - SOLO HAIKUS - (GENERACIÓN 2000-2012)

 



niebla en los bancales;

el campesino sigue

como si nada

 

un hilo de algodón

pegado en la herida,

vuelve la brisa

 

dobla un velero

el espigón, la nube

va deshaciéndose

 

noche de abril,

la bacalá desalándose

en el lebrillo

 

cavando surcos,

las gotas de sudor

se hacen barro

 

sin apoyar del todo

una pezuña,

la brisa en sus crines

 

planea el águila...

va pasando la niebla

de un valle a otro

 

luz de los fuegos

brillando en mi tazón

de chocolate

 

el viento

haciéndose ventisca;

lluvia de agosto

 

al sol de otoño

la anciana cuenta al mendigo

lo de su artrosis