Fotografía Mercedes Pérez
PASO DEL TIEMPO
Es de noche y acaba de llover. Miro a través de la ventana y puedo ver, complacida, las brillantes hojas anaranjadas del arce, ligeramente vencidas por el peso de las gotas de lluvia y que todos los noviembres otorga el precioso espectáculo de su otoñada.
El tic-tac del viejo reloj marca la pauta. De noche, se oye más fuerte y se acompasa a los latidos del corazón ¿o es al revés?... El reloj sobrevive al paso del tiempo, pero hay que darle cuerda todos los días y sorprende que aún huela a madera perfumada de esencias, a pesar de tener más de cien años. Pensando en el tiempo, pierdo la noción del mismo.
Abandono la estancia que queda en semi-penumbra, tintada del naranja que desprenden las farolas de la calle y que cada noche, puntualmente, se cuela por el balcón sin pedir permiso, como si del sol del amanecer se tratara. Otro día más lejos de mis queridas montañas.
Estancia en penumbra.
Es de noche y acaba de llover. Miro a través de la ventana y puedo ver, complacida, las brillantes hojas anaranjadas del arce, ligeramente vencidas por el peso de las gotas de lluvia y que todos los noviembres otorga el precioso espectáculo de su otoñada.
El tic-tac del viejo reloj marca la pauta. De noche, se oye más fuerte y se acompasa a los latidos del corazón ¿o es al revés?... El reloj sobrevive al paso del tiempo, pero hay que darle cuerda todos los días y sorprende que aún huela a madera perfumada de esencias, a pesar de tener más de cien años. Pensando en el tiempo, pierdo la noción del mismo.
Abandono la estancia que queda en semi-penumbra, tintada del naranja que desprenden las farolas de la calle y que cada noche, puntualmente, se cuela por el balcón sin pedir permiso, como si del sol del amanecer se tratara. Otro día más lejos de mis queridas montañas.
Estancia en penumbra.
La ventana encuadra
el otoño en el arce
Kotori 09
3 comentarios:
Tus textos son realmente un bálsamo. Gracias.
Preciosa prosa con "haimi". Se sienten los tonos rojizos y un olor a lluvia, un estado de ánimo con cierta nostalgia y un ritmo tranquilo.
Muy hermoso.
Un beso.
Muchas gracias por acompañarme en el camino... así, da gusto...
Un abrazo, Mercedes
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