Una telaraña, a primera vista captura la vida y da vida a la araña, el sol quizás un rato después de haber amanecido, intensificado por una pátina de humedad (y el mismo intensificando todo el haiku) en una hoja destacada por la telaraña. La hoja es menos libre que el viento, sin embargo hasta cierto punto (determinado por la forma que obtiene en el árbol y su deterioro tras abandonarlo) se deja llevar por él. Suele detenerse en un agua tranquila, a la orilla del camino… un lugar que presta cierta quietud y refugio, aunque no suele haber una sola. En este caso acaba en una telaraña (construida para dejar pasar el viento) realizando una posibilidad que no se ve a simple vista, ganando visibilidad por ello y quizás causando que la araña abandone su cuidado.
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Una telaraña, a primera vista captura la vida y da vida a la araña, el sol quizás un rato después de haber amanecido, intensificado por una pátina de humedad (y el mismo intensificando todo el haiku) en una hoja destacada por la telaraña. La hoja es menos libre que el viento, sin embargo hasta cierto punto (determinado por la forma que obtiene en el árbol y su deterioro tras abandonarlo) se deja llevar por él. Suele detenerse en un agua tranquila, a la orilla del camino… un lugar que presta cierta quietud y refugio, aunque no suele haber una sola. En este caso acaba en una telaraña (construida para dejar pasar el viento) realizando una posibilidad que no se ve a simple vista, ganando visibilidad por ello y quizás causando que la araña abandone su cuidado.
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