Este haiku me ha recordado un relato. Voy a ver si te lo puedo mandar.
Estaba el mar picado. Una sucesión de espuma saltarina invitaba a sumergirse y liberarse de ese sol abrasador de la Polinesia samoana. En cuanto se zambullía entre las olas, empezó a alejarse de la costa con una sospechosa facilidad. Cuando quiso volver, una poderosa corriente le arrastraba hacia aquel inmenso y desconocido azul del Pacífico. Forcejea. Jadea. Se agota. Hace señas a lo lejos. Desde la playa, ya lejana, un solitario turista responde a los supuestos saludos. El abismo de la soledad se abre ante él; después, la desesperación de la impotencia y un súbito terror repleto de imágenes de ahogados. Rendido a la evidencia, se deja arrastrar mar adentro, aferrado a la esperanza de llegar a otra isla, de que pase una canoa lugareña, de que suceda el improbable milagro... Desfila su vida, al tiempo que las fuerzas le abandonan. Han pasado varios minutos, ¿varias horas?, y la corriente circular empieza a devolverle hacia la orilla. Darse cuenta le dio fuerzas para nadar con calma en su sentido.
Elsa: Gracias por deleitarnos con ese precioso relato tan lleno de sabiduría... ¡que dificil nos resulta a veces dejar de controlar y dejarnos llevar por lo que nos trae la vida! Un abrazo, Mercedes
Jose Antonio: Cuendo observé el momento, fuí consciente plenamente de que en su flexibilidad radica su fuerza... Gracias por pasarte por aquí y dejar tu comentario... Eso anima a seguir...
Angel y Elías.... ¡Que gusto haberos conocido! vosotros si que sois de esas personas que son siempre esperadas y bienvenidas. Gracias por estar ahí, en ese lugar de la Mancha y aquí, en mi corazón...
Oscar: Bienvenido a este espacio haiku... Yo también practico Tai-Chi y Qi-gong, aunque no con la asiduidad que requiere una buena práctica. He visitado tu página y la voy a añadir para "seguir" en la del Centro Kurama, si no tienes inconvenicente...Gracias por pasarte por aquí y comentar
11 comentarios:
Este haiku me ha recordado un relato. Voy a ver si te lo puedo mandar.
Estaba el mar picado. Una sucesión de espuma saltarina invitaba a sumergirse y liberarse de ese sol abrasador de la Polinesia samoana. En cuanto se zambullía entre las olas, empezó a alejarse de la costa con una sospechosa facilidad. Cuando quiso volver, una poderosa corriente le arrastraba hacia aquel inmenso y desconocido azul del Pacífico. Forcejea. Jadea. Se agota. Hace señas a lo lejos. Desde la playa, ya lejana, un solitario turista responde a los supuestos saludos.
El abismo de la soledad se abre ante él; después, la desesperación de la impotencia y un súbito terror repleto de imágenes de ahogados. Rendido a la evidencia, se deja arrastrar mar adentro, aferrado a la esperanza de llegar a otra isla, de que pase una canoa lugareña, de que suceda el improbable milagro... Desfila su vida, al tiempo que las fuerzas le abandonan.
Han pasado varios minutos, ¿varias horas?, y la corriente circular empieza a devolverle hacia la orilla. Darse cuenta le dio fuerzas para nadar con calma en su sentido.
......
Un abrazo
Elsa
La flexibilidad es la fuerza del bambú.
Abrazos.
Elsa:
Gracias por deleitarnos con ese precioso relato tan lleno de sabiduría... ¡que dificil nos resulta a veces dejar de controlar y dejarnos llevar por lo que nos trae la vida!
Un abrazo, Mercedes
Jose Antonio:
Cuendo observé el momento, fuí consciente plenamente de que en su flexibilidad radica su fuerza...
Gracias por pasarte por aquí y dejar tu comentario... Eso anima a seguir...
Saludos, Mercedes
Mercedes
cuando quiero respirar hondo y dejarme en el momento me paso a verte por aquí...y ¡siempre ocurre! gracias, un abrazo grande.
Ángel
Mercedes, visitar tu blog, es un seguro de acierto. ¡extraordinario! una imagen extraordinaria con un primer verso impagable.
felicidades
Mercedes, pasarse por tu blog es un seguro de acierto. ¡que buenísimo! Una gran imagen con un primer veerso impagable.
Un abrazote
Un saludo desde Buenos Aires, Argentina. Hoy llegué a esta bellísima página "casualmente?" de la mano de Mi Tai Chi. Un saludo.
Angel y Elías.... ¡Que gusto haberos conocido! vosotros si que sois de esas personas que son siempre esperadas y bienvenidas.
Gracias por estar ahí, en ese lugar de la Mancha y aquí, en mi corazón...
Un abrazo, Mercedes
Oscar:
Bienvenido a este espacio haiku... Yo también practico Tai-Chi y Qi-gong, aunque no con la asiduidad que requiere una buena práctica. He visitado tu página y la voy a añadir para "seguir" en la del Centro Kurama, si no tienes inconvenicente...Gracias por pasarte por aquí y comentar
Un saludo, Mercedes
Mercedes:
gracias por tu bienvenida y por compartir mi página.
Seguiré deleitándome con la suavidad de los haiku.
Un saludo. Oscar.
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