Mercedes, qué precioso haiku y qué maravillosa realidad! siempre se escapa a lo racional y nos toca, verdad? En cuanto a tu escrito, ya te dije, el recepcionista del hotel se quedó leyéndolo atraído por las primeras frases y por el misterio del haiku. Un abrazo
Gracias Juan Carlos... siempre sorprende ver como la Naturaleza encuentra cualquier resquicio para manifestarnos su poder...
Angel Javier... cuando veo las plantas creciendo en las construcciones humanas, recuerdo el libro de García Marquez "Cien años de soledad" y no era una exageración, no...
Lo del recepcionista no lo sabía y me hace gracia.. mira, si por lo menos sirve para que le pique el gusanillo y se anime, que bien...
Un abrazo y besos a Chelo que la vi muy requetebien....
4 comentarios:
Hermoso, Mercedes.
El verde empecinado renaciendo una vez más, no importa el sitio.
Contagia vida.
Con mi afecto.
Mercedes, qué precioso haiku y qué maravillosa realidad! siempre se escapa a lo racional y nos toca, verdad?
En cuanto a tu escrito, ya te dije, el recepcionista del hotel se quedó leyéndolo atraído por las primeras frases y por el misterio del haiku.
Un abrazo
Gracias Juan Carlos... siempre sorprende ver como la Naturaleza encuentra cualquier resquicio para manifestarnos su poder...
Angel Javier... cuando veo las plantas creciendo en las construcciones humanas, recuerdo el libro de García Marquez "Cien años de soledad" y no era una exageración, no...
Lo del recepcionista no lo sabía y me hace gracia.. mira, si por lo menos sirve para que le pique el gusanillo y se anime, que bien...
Un abrazo y besos a Chelo que la vi muy requetebien....
Muy buena composición, la foto y el haiku. Como siempre, tan buena observadora. Tal vez ahora más, después de haber viajado al sol naciente. Besos.
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