YEGUAS SIN HERRAR
Hay un prado brillante de rocío donde pastan libres dos yeguas recién destetadas, y en medio, un grupo de rocas musgosas que invitan al asiento y al descanso al sol. De un par de zancadas, me encaramo a la más alta, apenas lo suficiente para ver un poquito más lejos que a ras de suelo.
En su naturaleza curiosa, las yeguas no dejan de mirarme y la más grande sin temor, pero con prudencia, se aproxima hasta mí, olisqueando el aire.
No me muevo para no espantarla, me encanta sentir su proximidad. Su olor llega penetrante e imagino que lo mismo le ocurre a ella con el mío.
Siente curiosidad por lo que estoy haciendo; me huele el pelo, el cuello y aunque me da algo de miedo sentir su boca tan cerca, hay algo en mí que me hace confiar.
Comienza a chupetear el mango del bastón, seguramente atraída por las sales de mi sudor.
Me fijo en sus pezuñas sin herrar y en el pelo oscuro de sus patas, empapadas de rocío.
La observación es mutua. Puedo verme en sus grandes ojos negros.
Me deja que le acaricie el hocico, pero me he de mover muy lentamente. Le hablo bajito para tranquilizarla diciéndole cosas bonitas que parece entender.
La otra, la más pequeña, tiene unas crines tan negras que el brillo del sol convierte en plata.
Está rondándonos, sin atreverse a acercarse, pero la curiosidad le puede y aunque se muestra mucho más desconfiada, se aproxima lo suficiente como para mordisquear los cordones de mis zapatos.
Aquí estoy, encaramada en una roca, y mientras escribo en tan hermosa compañía, siento como cortan la hierba con sus dientes y como, de la arboleda que rodea al prado, voces de pájaros desconocidos se amplifican en la luz verde que emana de los fresnos llenos de retoños.
¡Qué tranquilidad!... inmensa… profunda… ancestral…
¡Gracias, a quien sea, gracias!
Gotas de rocío;
la mariposa se aquieta
en la hierba.
Kotori 11
5 comentarios:
No tengo palabras pra escribir lo que siento al leer estos escritos tan bonitos.
Un haibun para aprender. Precioso!!!
Besitos.
que bonito ha de ser sentir estas experiencias de la naturaleza, sin miedos, sin recelos...sintiendose parte del entorno
y, mientras, una mariposa se posa en el prado !!!
sensacional
Me encantó el relato! Es muy lindo estar tan cerca de la naturaleza y vivir esas experiencias de paz y admiración.
Besos.
Josefa, Mercé, Dany... me alegro que hayáis disfrutado junto a mí de ese día tan especial que pasé.
Gracias por acompañarme.
Un abrazo, Mercedes.
Hummm, qué hermosa experiencia. He estado ahí contigo, con esos preciosos animales. Qué emoción, sentirlos tan cerca!!
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