ENTREVISTA PARA LA REVISTA DE HAIKU FRANCÓFONA GONG
Isabel Asunsolo entrevista a Mercedes Pérez "kotori"
- Cómo y cuándo descubriste el haiku ?
El haiku como poema lo “descubrí”
hace unos once años en un libro llamado “El árbol de los haikus “ de Albert Liebermann ed. por OCÉANO AMBAR. Seguro
que habría leído antes algo sobre este peculiar poema, pero no debía estar
preparada para recibir el impacto que produce el haiku cuando te toca y te da
un vuelco el corazón. Para el haiku hay que estar preparada, como la tierra
para recibir la semilla. Además en ese mismo libro descubrí algo definitivo
para mí: el enlace a la web de El Rincón del Haiku, en cuyo foro me inicié en
el haiku-dô. Ahí escuché hablar de Vicente Haya y comprendí que sus enseñanzas
sobre haiku eran las que me llegaban de verdad al estar impregnadas, no solo de
conocimiento directo en la fuente del haiku,
sino además de algo más intuitivo
y ancestral en lo que me reconocí inmediatamente.
- Qué temas te inspiran ?
La Naturaleza es el lugar donde se
nacen la mayoría de los haikus que escribo. Me detengo ante los seres que en
ella habitan, incluidos las piedras, los elementos, los humanos, etc. Es esta
una de las condiciones especiales por la que me atrapó el haiku: que hasta los
seres más insignificantes, tienen su lugar en él. Hay otras también, como por
ejemplo, el significado espiritual profundo de conexión con lo inefable que
ofrece el haiku en su sencillez y brevedad.
Qué autores son importantes para ti ?
Si te refieres a los japoneses,
todos son importantes, porque de todos se aprende, aunque me identifico más con
el sonido que nos dejan los haikus de Buson, Shiki, Santôka, Nishiguchi
Sachiko, Bashô en el grueso de su obra. Pero no olvidemos que Issa tiene joyas magistrales
y muchos otros haijines tienen haikus excepcionales que me emocionan también profundamente.
En castellano u otros idiomas, podría decir lo mismo, pero me decanto sin duda
por el haiku de haijines como Constantín Dimitrov, Félix Arce, Maria Victoria
Porras, Alfredo Benjamín Sancho, Lucrecia Linares, Xaro Ortolá, Cindy Zackowitz
y un largo etc de nuevos haijines que
están surgiendo.
- Por qué escogiste el pseudonimo "Kotori" ?
Porque me encantan los pájaros, como
a mi padre, que me enseñó a identificarlos. Además, mi madre me contaba que de
pequeñita tenía mal comer y se ponía en la ventana a enseñarme los pajaritos. Yo me distraía con ellos
y mi madre aprovechaba para darme la comida. De alguna forma es un homenaje a
todos ellos: a mis padres y a los pajaritos.
- Me he fijado que tus haikus suelen ser sobre el campo y, sin embargo,
vives en Madrid... Acaso la ciudad no te inspira ?
Ahora vivo entre un pueblo de
Cantabria que se llama Arenillas de Ebro, y Madrid, pero en un pueblo de su provincia. En
1981 nos trasladamos al campo, a la Sierra Madrileña y no he vuelto a pisar la
ciudad para vivir en ella. Voy de tarde
en tarde, cuando no me queda más remedio, y casi siempre por motivos
culturales. Además me dediqué profesionalmente a la agricultura ecológica en el
valle de la Vera, Extremadura y en Valencia. Así que el campo y los pueblos son
mi fuente de inspiración porque vivo en ellos. Si no fuera así, no podría
escribir haikus. Mi aspiración personal es vivir
en un haiku y desde mi punto de vista, la ciudad, por desgracia hoy por
hoy, está demasiado lejos de ser el espacio propicio donde el haiku habite
cómodamente, aunque seguro que hay rincones en el que sobrevive.
Y tu vida cotidiana ?
Con la crisis económica que hemos
vivido en España, tuve que cerrar la librería con la que me ganaba la vida. De
eso hace ya ocho años. No he encontrado trabajo remunerado, pero me he
adaptado, no sin dificultad, a la nueva situación. Afortunadamente siempre
estoy ocupada y activa. Estoy agradecida, porque a pesar de esas dificultades,
puedo decir que soy una privilegiada.
- Qué actividades tienes en torno al haiku ?
Colaboro siempre que me lo solicitan
con la Gaceta Hojas en la Acera y “trabajo”altruistamente (porque no cobramos
personalmente nada, ya que el curso se paga a través de una donación a ONGs) en
la Escuela de Haiku Makoto dando cursos on-line sobre haiku. La Escuela se
fundó en 2010 y va poco a poco asentando sus bases. Estamos contentos con los
resultados. Por si alguien tiene interés en visitarla, dejo el enlace:
- Te parece que el haiku puede servir para denunciar actos, situaciones,
etc
(sé que no te gustan las estelas de los aviones ;-))
No estoy de acuerdo en utilizar el
haiku para hacer proselitismo por muy honrosa y justa que sea la causa. Otra
cosa es que al escribir un haiku de lo que veo, se cuelen “cosas” que están
ahí, de las que soy testigo. Pero en todo caso, prefiero no poner mis
sentimientos por mucho que me indignen las tropelías humanas en la Naturaleza o
las injusticias sociales que parecen cobrar fuerza conforme afianza en el mundo
un tipo de economía feroz y depredadora que no se detiene ante nada, ni
siquiera ante la amenaza de acabar con los recursos naturales y por ende con la
vida humana en este planeta.
- Escribes otras cosas ?.......
Cosas como haibun o artículos para
mis blogs, pero casi siempre tienen sabor a haiku o son sobre ecología o
espiritualidad.
- Háblanos un poco de ti, otras cosas de tu vida, profesión, etc.
Poca cosa que no haya dicho ya. Nací en Madrid en 1960 y por mi carácter, he solido ir
contracorriente. Soy autodidacta en la mayoría de las cosas a las que me dedico
y además tengo una personalidad polifacética, algo que no es muy fácil de
llevar por aquello de tener la sensación de ir dando tumbos. Como ya he
comentado, me he dedicado profesionalmente a la Agricultura Ecológica, a las
terapias energéticas y a la gerencia de una librería en Madrid. Me gusta
muchísimo la fotografía, la Naturaleza
y la escritura, así que era cuestión de
tiempo que el haiku apareciera en mi vida y formara irremediablemente, parte de
ella.
He participado
en varios libros y publicaciones sobre haiku y hace poco publiqué en solitario,
en la colección Haibooks, el libro “Como
si nada”, cuya recaudación íntegra para a parar a la revista HELA.
Ahora que me detengo a pensar en
ello gracias a esta entrevista, compruebo con asombro y alegría que el haiku se
ha convertido, poco a poco, en un eje sobre el que gira mi vida mansamente,
proporcionándome como si nada, la armonía y el sosiego que necesito para vivir
en un mundo que a veces se me antoja muy cuesta arriba.
Un saludo y gracias por contar
conmigo.
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