jueves, 3 de marzo de 2022

HAIBUN "SOBRE UNA ROCA"

 

 

 

fotokotori 2010

 

Camino por la dehesa brillante de rocío, donde hoy  pastan libres dos jóvenes yeguas. Tengo la costumbre de encaramarme a unas rocas ya  tibias de sol, y allí me siento simplemente a respirar.

 Las yeguas me observan con curiosidad y la más grande  se aproxima prudentemente, olisqueando el aire. No me muevo para no espantarla…me encanta sentir su imponente presencia. Su olor llega penetrante y sé  que lo mismo le ocurre a ella con el mío.

Fisgonea lo que hago y deseo que mi cuadernillo no le resulte apetitoso; huele mi  pelo, mi  cuello y aunque en otras circunstancias me daría miedo tener su boca tan próxima, no sé porqué  siento que puedo confiar.

Seguramente atraída por las sales de mi sudor, chupa el mango de mi bastón. ¡Está tan cerca de mí!…  Contemplo sus pezuñas sin herrar y  el oscuro pelo de sus patas, empapado de rocío. También veo mi rostro  deformado, en la pupila de sus grandes ojos negros.

 Deja que acaricie su  hocico mientas le hablo bajito diciendo palabras bonitas que parece entender.

La otra, la pequeña, tiene unas crines tan negras que el brillo del sol convierte en plata. Rondándonos, se muestra desconfiada, pero la curiosidad le puede y  se aproxima lo suficiente como para mordisquear los cordones de mis zapatos.

Aquí estoy, sentada en una roca, y mientras respiro en tan hermosa compañía, siento como cortan  la hierba con sus dientes  y cómo, de la arboleda que rodea al prado, voces de pájaros desconocidos  se amplifican en la luz verde que emana de los fresnos llenos de retoños.

¡Qué sosiego!... inmenso… profundo… ancestral…

 

 

un corazón en paz...

el olor del sol

sobre la hierba

 

 

kotori 2010

1 comentario:

momiji haiku もみじ dijo...

Qué hermoso momento. Qué hermosa experiencia. Estupendo haibun que contagia ese sosiego.
Un abrazo grande