miércoles, 14 de julio de 2010

"HAY UNA ROCA" POR KOTORI



FOTOKOTORI




HAY UNA ROCA

Hay una roca, un poco más alta que yo, cubierta en su cara norte por apretado musgo. Está situada en una encrucijada de caminos que atraviesan las dehesas de mi pueblo y en esa roca, medio oculta por coscojas, me encaramo para contemplar las montañas que nos rodean. Es un ritual y una bendición.
Desde ella escucho los pájaros que en las diferentes estaciones van llegando (hoy he escuchado la voz de los abejarucos, con sus plumas de aves del paraíso) Veo las nubes desplomarse por las montañas, las terneras rumiar al sol y siento con deleite las esquilas del ganado que pasta apaciblemente bajo los fresnos. Olisqueo el aire al igual que lo hace el gazapillo que algunos días me acompaña curioso, tánto, que se pone al alcance de mi mano sin temor alguno.

Se nubla el sol.
Por un instante el cielo
lleno de pájaros

Soy afortunada por tener este privilegio. Poder oler en el aire la tierra, aún limpia a pesar de la de la cercanía peligrosa del humano. Las torres de alta tensión atraviesan los campos de Norte a Sur, pero en mi deseo de que no existan con su invasiva presencia, las borro de la retina para primar que prevalezca en ella lo que merece la pena conservar. No sé si es un auto-engaño o si es un acto de magia, me es igual.

En lo alto
de la roca donde escribo
el mojón de un zorro


Estos días de primavera, los prados están plagados de florecillas de todos los colores imaginables. Caminar por ellos es literalmente salir bañada en polen. La ropa y el calzado se cubren de ese amarillo dorado que parece tener luz propia. El aire alimenta cargado de aromas a heno en flor y a veces puedo sentir como propia la borrachera del abejorro que cae al suelo desde una flor, embriagado de polen.

Sale a mi paso
de entre las hierbas altas
una culebra


No hay día que se parezca al anterior. Cada paso por esos caminos ya andados es nuevo e irrepetible. La Naturaleza, mutable, es original en su manifestación y la combinación de los miles de millones de factores que configuran un instante de luz en cada lugar determinado de este planeta y en todo él a la vez, hace que lo aparentemente conocido sea terreno virgen, inexplorado si somos capaces de desprendernos del conocimiento intelectual que condiciona el ingenuo arrobo ante lo que acontece en nuestro entorno.
Miles de lunas por contemplar como si fuera la primera que reluce ante mis ojos. El asombro genuino del que cada día conoce, olvida y empieza de cero. Sin peso, sin lastres, abiertos los sentidos…¿Da un poco de vértigo, verdad?

Claro de luna.
El canto acompasado
de dos autillos



Texto y haiku de Mercedes Pérez "Kotori"

6 comentarios:

José Antonio Fernández dijo...

Muy buen texto y muy buenos haikus. La verdad es que sí que es un privilegio poder ver eso que comentas.
Un saludo.

Juan Carlos Durilén dijo...

¡Ah, Mercedes! Conservar la pureza para el asombro, ¡qué tesoro y cuánto privilegio! Tan a mano, a cada instante. Encantador todo lo que has escrito.

Desde otra estación, mi saludo.

Mª Angeles B. dijo...

Lo que nos cuentas estan bonito y tan lleno de magia y sentimientos que no parece real...

escribes precioso.

Besos

Elsa dijo...

Muy hermoso, el texto y los haikus.

Y que hermosura cuando podemos dejar la mente quieta y estamos en lo que se nos presenta.

Un beso. Elsa

Alberasan dijo...

Yo quiero una roca así.
Me gusta tu fusión con la naturaleza y esas guindas en forma de haiku.
Ya como gusto más personal, "en lo alto de la roca" me mola un montón.

un saludo Mercedes

ADMINISTRADOR dijo...

Jose Antonio... gracias por tus palabras. Cada vez es más raro (jejeje) disfrutar de momentos así.

Juan Carlos...muchas gracias por tu comentario. Es un gusto compartir estos momentos con personas que lo sienten como yo misma lo sentí.

Mª Angeles... gracias por tus palabras. Los momentos mágicos, esos tan especiales en los que la realidad parece desdibujarse de sus límites, están bien cerca de nosotros. Sólo tenemos que creérnoslo para que formen parte de nuestra vida.

Elsa...gracias por pasarte por aquí y hacerme compañía. En ello estamos ¿no? esta mente que se desboca a la mínima.. Calmarla y convertirla en nuestra aliada. Todo un reto.

Alberasan...La roca es tuya, aquí está esperándote, lo único es que de vez en cuando has de compartirla con un zorro que te deja información en forma de mojón perfecto, en lo más alto jejeje... A mi me hace gracia esa forma de comunicarse y de decir lo que hay que decir: ¡Chéee, aquí estoy yo!y mira que haiku dejo....jajajaja

Un abrazo a todos y todas y muchas gracias de nuevo por leer y comentar.