Absolutamente recomendable.
PRÓLOGO DEL LIBRO “HAIKUS
DE LAS ESTACIONES” de ALBERTO MANZANO ED.
VISIÓN LIBROS
FEITUS
Mi amigo Alberto tiene una pequeña casa de piedra en un
valle de los Pirineos. No hay duda de que debes haberte perdido para llegar
hasta ella. En aquellos días de la Primavera del 84, él solía pensar en la
poesía japonesa(haiku) mientras cultivaba su huerto, y escribía pequeños versos
dictados por los fenómenos de la naturaleza que observaba. la noche era profunda
y larga en su casa sin luz eléctrica, apenas iluminada por las llamas de unas
velas, y sentado, con la mirada absorta en un fuego hipnótico, experimentaba una
sensación de paz y libertad: “Con el temblor de la mano de un anciano, corta y
vigorosamente, lo abanico. El fuego del Amor está encendido. Siéntate.
Relájate. Ríndete. Guarda silencio. Contempla tal belleza. Ahora su ardiente
aliento te embriaga. Es para mí un gran placer.. El calor me conecta con el
centro, con la paz, con el seno. Pienso que cuando en mi último día regrese al
Paraíso, no notaré ninguna diferencia.”
Visité varias
veces su humilde casa, único reducto activo de una pequeña aldea desposeída de
la fe de sus antiguos moradores, parapetado por un vasto manto celeste, y lo
cierto es que a veces me sentía un poco aburrido. Claro que yo siempre he
vivido en grandes ciudades, donde te mueves como una peonza a golpe de látigo,
cercado por el reclamo tiránico de infinidad de estímulos, u llevas una vida
cómoda y materialista, desbordado por el ansia.
Las voces de los
pájaros, los colores de las flores uy los árboles de las montañas, el olor de
los huertos, la actividad de múltiples insectos, el sermoneo del río, y
descubres un mundo nuevo, nuevas sensaciones, nuevos sentimientos.
De nuevo la paz;
¡Qué lejos estás
Otra vez!
Manzano
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