Entrevista a Mercedes Pérez
Kotori en torno a su libro “Como si nada”, de la editorial Haibooks, por Toñi
Sánchez.
Quisiera comenzar esta entrevista
recordando estas palabras del blog de Kotori “El reflejo de Uzume”, una
declaración de principios muy personal y sincera sobre lo que el haiku puede
aportar:
“Un día llegó a mis manos un pequeño libro, con pequeños poemas que me
hipnotizaron por su sencillez.
La mirada se focalizó en un punto de esencia rodeado de desnudez.
Alguien había soplado, puede que el viento y habían desaparecido todas las
palabras que sobraban quizás porque no servían para nada más que evitar el
miedo que produce el vacío. Una hoja en blanco de la que emerge un haiku, sólo
eso. ¿Se puede ser pequeño y grande a la vez?
Con una claridad que aún recuerdo, comprendí que algo anhelado se abría
ante mis ojos desplegando un potencial espiritual que enraizaba con mis
experiencias vividas en la Naturaleza y que desde niña me habían conmovido
profundamente. Cosas “sin importancia” como el olor del musgo tras la lluvia o
sentir cómo las hojas se deshacían crujientes bajo mis pies tuvieron de pronto
cabida en algo tan hermoso y humilde como es el haiku.
Agradezco al haiku el impulso que me dio para retomar la experiencia
del mundo sin temor, con los sentidos recuperados de esa niña que asombrada,
puede volver a ser testigo inocente del milagro de la vida, o al menos con esa
intención deambulo por el haiku-dô.”
Conversamos con Mercedes:
-
Querida Kotori, enhorabuena por este primer libro
en solitario, aunque tu trayectoria como haijín es impresionante. Siete años
dedicada al haiku, premios, libros publicados con otros autores y ahora este
regalo … ¿cómo surgió la idea de
publicar “Como si nada”?
Gracias al equipo de HELA por brindarme este espacio para
presentar “Como si nada”. Efectivamente. Tras siete años de andadura por este
particular haiku-dô, sentí que había llegado el momento de tomar el pulso a lo
surgido en ellos. Necesitaba parar y observar. Y animada por esa curiosidad
comencé lo más difícil de todo para mí: la selección de los haikus que irían en
el libro. Decidir qué compartir y qué no, me parece algo que no tendría que
hacer el propio haijin. No tenemos la distancia suficiente para poder valorar.
Nuestro criterio puede ser nublado por el recuerdo vívido de las sensaciones
que están atrapadas en el haiku y puede que lo que se nos antoja evidente no
sea capaz de transmitir ese instante que nos cautivó.
La primera auto-selección que hice fue fallida. Así me lo hizo saber
V.Haya cuando se la envié para que me diera su opinión. Sus palabras me dejaron
muy descolocada y perdida. Estuve a punto de tirar la toalla y abandonar. Pero
hice una segunda autoselección intentando comprender qué me quiso decir con lo
poco que me dijo. Y esa segunda, ¡no se la mandé de vuelta!….jajajajaja….
Decidí que me arriesgaba. Fue un paso adelante hacia el aparente vacío que
había dejado ante mí con su crítica implacable. Después le envié el libro ya
finiquitado y bueno, digamos que le ha dado el aprobado, aunque sé que esperaba
más, ya que en propias palabras suyas, “Sin
otra luz “ había dejado el listón muy alto. Lo cierto es que la selección
de “Sin otra luz” la hizo él mismo y
que contaba con los haikus de dos haijines maravillosos como son Manuel Díez
Orzas y Félix Arce Aráiz.
No obstante, espero haber acertado en la selección de los haikus para
el propósito del libro que no es otro que el rendir homenaje a la Naturaleza y
a la necesidad de valorarla y cuidarla hoy más que nunca.
-
Como cuentas en las primeras páginas del libro,
está inspirado en muchos lugares concretos: Cantabria, Madrid, Galicia, La
Mancha pero sobre todo Nagasaki y un viaje muy especial con otros dos
compañeros de viaje y el encuentro con un Maestro … ¿qué significó esa
experiencia para ti?
Releyendo los haikus que he escrito, me doy cuenta de que son la
esencia de un diario de a bordo. Seguro que cualquier haijin es capaz de situar
sus haikus en un tiempo y en un espacio concretos. Y sin embargo a la vez, esos
mismos haikus poseen cualidades de atemporalidad y universalidad.
Los lugares donde nacieron estos haikus son en muchos casos, lugares
amenazados por la ambición humana más mezquina. Por lo que sea he sido testigo
de lo que allí ocurre y lo único que se me ocurre para preservarlos es contar a
modo de haiku que en esos sitios y a pesar de toda esa presión humana, lo
sagrado sigue manifestándose con toda intensidad.
Nagasaki… sin duda para mí y para mis compañeros Orzas y Momiji marcó
un antes y un después. Tenía pendiente contar a modo de haiku lo allí vivido.
Era un viaje soñado y fue enriquecedor en todos los sentidos.
El conocer a V. Haya en su salsa fue muy divertido. Nos reímos como
niños. Montamos en bicicletas chirriantes que no tenían frenos por una pequeña
isla para ir a un onsen a disfrutar de sus aguas termales. Caminamos por
acantilados trepando por rocas peligrosamente resbaladizas para bañarnos en un
mar azul oscuro. Charlamos de milanos, de hierbas, de bosques, de bichos, de
monjes, de templos, de camelias. Luego
marchó a España y nos dejó en su casa de Nagasaki con la pared del salón forrada
de arriba abajo con kanjis que había preparado especialmente para nosotros.
Fue de una generosidad apabullante y le estaré eternamente agradecida.
Tras su partida llovió, llovió y llovió. Nunca he visto llover así. El aire
es agua en Nagasaki decía nuestro querido
maestro ceramista Ukon-san. La lluvia se hizo nieve y pasamos un frío que hizo compadecernos aún más de Santôka y de los
monjes errantes que escribieron haikus memorables sobre la nieve y la lluvia.
V.Haya nos enseñó y enseña con su presencia y también con sus
elocuentes ausencias.
-
Llama mucho la atención la portada de “Como si
nada”, obra original, como todas las de la colección, de Susana Benet: dos
hormigas que parecen ampliadas por un zoom. ¿Qué son para ti esas hormigas?
Hay pocas cosas más insignificantes para un humano que las hormigas.
Pequeñas, apenas visibles más que para unos pocos: los niños y algún aficionado
a los insectos, algún haijin loco, y sin embargo ¡qué fuertes son! He visto
prados enormes horadados por sus senderos haciendo visible la constancia de su
caminar en busca de alimento. Las hormigas, como los haikus, son meras nadas
inolvidablemente significativas. Je,je,je… Cuando vi esas hormigas tan bien
captadas por la mirada en zoom de Susana Benet, supe de inmediato que era la
portada de “Como si nada” y eso que en el libro no hay ni un solo haiku con
hormigas.
-
Una de las frases de la contraportada llama
poderosamente la atención: “Hoy en día
más que nunca, el haijin ha de actuar con su voz como guardián del espacio
donde el haiku se manifiesta”. En base a esta poderosa afirmación ¿es
posible que en estos tiempos el haijín pueda llegar a ser un “activista
ambiental”? ¿Puede ser el haiku un buen medio para luchar por la protección y
el respeto de la naturaleza?
Me alegro que hagas esta pregunta porque
quiero insistir en el propósito del libro que antes apuntaba: poner mi granito
de arena para preservar algo que está siendo violentado constantemente y con la
más absoluta impunidad. La Naturaleza no puede seguir soportando la presión
humana al ritmo actual sin que haya consecuencias.
Esa
soberbia humana que nos hace sentir que el universo gira a nuestro alrededor y
que el mundo está a nuestro servicio, puede ser si no se remedia, la que nos
lleve directamente a la auto-destrucción como especie.
Es curiosa la ceguera, no sé si intencionada
o no, de los políticos y dirigentes que ven la ecología y a sus militantes como
algo molesto y que atentan contra los intereses de la sociedad, cuando es
justamente lo contrario. No sé a quién beneficiará finalmente un mundo
envenenado y con los recursos de primera necesidad en manos de las
corporaciones. Opino que al final, todos perderemos, incluso los que creen que
apoderándose de esos recursos universales como son el agua, el aire, el sol, la
tierra, las semillas estarán a salvo de la catástrofe.
En el libro además del maravilloso prólogo
de Ángel Aguilar, con el que comparto este punto de vista eco de la vida, he
incluido una cita de mi admirado Leonardo Boff a propósito de la necesidad
vital de la toma de conciencia ecológica de la política y económica para dejar de manipular y exprimir de una vez
por todas los recursos naturales.
“Los últimos siglos se
vienen caracterizando por una sistemática intervención en los ritmos de la
naturaleza hasta el punto de quedar sordos a la musicalidad de los seres y
ciegos ante la grandeza del cielo estrellado. Con ello perdemos la experiencia
de lo sagrado del universo. En su lugar ha empezado a prevalecer una vasta
profanidad que reduce el universo a una realidad inerte, mecánica y matemática
y la Tierra a un simple almacén de recursos entregados a la disponibilidad
humana. Se ha quitado la palabra a todas las cosas para que sólo imperase la
palabra humana.”
No sé si el haiku por sí solo, será el remedio ante tanto desatino.
Sinceramente no lo creo. Pero muchas hormigas juntas pueden conseguir grandes
cosas. Simplemente es cuestión de tomar conciencia y actuar en consecuencia en
la medida de las posibilidades de cada uno. A pesar de las contradicciones que
a veces me atormentan, a pesar de la dureza de ir muchas veces contracorriente,
soy consciente de que sólo se cuida lo que se ama y yo propongo enamorarse de la
Naturaleza a través del haiku y viceversa. Es una relación que nunca defrauda y
que de verdad, perdura para siempre. El haiku habla sin grandes aspaviento de
ese Amor.
-
El libro se presentó durante el Cuarto Encuentro
de Haiku, en el Salobre. Fue emocionante la sencillez con que transcurrió la
presentación del libro, arropada entre amigos como Elías Rovira, Frutos
Soriano, y sobre todo, Ángel Aguilar … ese prólogo maravilloso que ha escrito.
¿Cómo recuerdas esa mañana de otoño, en El Salobre?
La AGHA tiene un don. Hace fácil lo difícil.
En su compañía, me siento en casa. Todo es sencillo, con una calidez humana
excepcional y eso sólo es posible porque los que allí están trabajando a favor
de la difusión del haiku, lo hacen de corazón, sin esperar otra recompensa.
La experiencia en El Salobre fue en esa
línea de calidez y sencillez como bien dices. Compartir experiencias,
vivencias, ponencias y comilonas al más puro estilo manchego, con todos los
haijines allí reunidos fue un regalo. El nivel del encuentro fue altísimo.
Aprendí mucho… Una sale con el corazón más ancho y con la sonrisa de oreja a
oreja.
-
“Darse
cuenta de la inocencia del mundo que nos rodea, nos atraviesa y nos
constituye”. Esta es una frase del epílogo, escrito por Momiji, autor
también de las delicadas ilustraciones que aparecen en el libro. Ese epílogo
aporta claves de gran valor acerca del haiku y, sobre todo, de los que
contienen este libro. Inocencia … ¿qué te evoca esa palabra?
He tenido la gran fortuna de estar arropada
en “Como si nada” por dos seres
excepcionales, dos hombres buenos: Ángel
Aguilar en el prólogo y Félix Arce, Momiji en el epílogo, además del regalo que
hizo al ilustrarlo con unas acuarelas muy japonesas y muy naifs a la vez. Me
encantan porque son inocencia, sin
pretensión alguna y eso hermana a la perfección con el espíritu del haiku.
La inocencia es la esencia que sostiene lo
que merece la pena en esta vida. La Inocencia surge de un corazón abierto,
dispuesto al arrobo y al asombro. Ojalá pudiéramos vivir en ese perpetuo estado
de gracia que es la inocencia. Para un haijin es un requisito imprescindible.
La pérdida de la inocencia es una tragedia que desgraciadamente está de
actualidad en las carteleras de medio mundo.
-
Hablemos de otra palabra importante: Makoto. La
Escuela de Haiku Makoto fue fundada en 2010 por Manuel Díez Orzas, Félix Arce
“Momiji” y por tí. Desde esa fecha de origen, ¿podrías contarnos algo sobre el
pasado, presente y futuro de Makoto?
La Escuela de Haiku Makoto surgió tras el
viaje a Nagasaki con mucha buena voluntad y con escasos medios humanos. Pero
logramos un formato bastante aceptable para poder llegar a mucha gente y de
diversos países al hacerlo en modo virtual a través de blogs creados para ese
fin.
Como es sabido, el precio es simbólico y va
destinado a diferentes ONGs: Médicos sin Fronteras, UNICEF, Fundación Vicente
Ferrer y Greenpeace. El alumno elije con la que quiere colaborar y nos envía el
resguardo de la donación que ha de ser como mínimo de 25 €. A partir de ahí
comienza el curso en la fecha prevista. No soy la más indicada para hacer una
valoración del mismo, pero estamos contentos con el resultado.
Ahora estamos en un momento especial porque
tenemos novedades al respecto. Si todo va bien, para febrero o marzo, se
iniciará el nuevo curso y contaremos con la colaboración de los alumnos que
consiguieron superar con creces el curso y que por su trayectoria siguen la
esencia del haiku que se propone desde la Escuela Makoto. De este modo imprimimos una dinámica de
compartir y de aprender a través de ese trabajo que exigen los alumnos con sus preguntas y sus dudas.
Para nosotros fue un reto que nos puso las
pilas en muchos aspectos y comprendimos todo lo que se aprende “enseñando”. Por
eso surgió la idea de ir incorporando a alumnos de tres en tres para que colaboren
con nosotros.
La Escuela de Haiku Makoto no nos “pertenece”
y creemos que como todo lo que está vivo, ha de moverse. Este primer curso van
a estar con nosotros Gorka Arellano, Xaro Ortola y Toñi Sánchez Verdejo. En
breve anunciaremos la apertura de inscripción y las condiciones. Lo haremos a
través del blog de la Escuela.
-
Por último, ¿puedes dejarnos dos haikus de tu
libro y uno que hayas leído últimamente y que te haya llamado la atención?
Este año ha sido prolífico en libros de haiku en castellano con muchos
inéditos. Hemos estado de suerte. Además hay grandes haijines que no han
publicado y que tienen haikus impresionantes que podemos leer en blogs o en
páginas especilizadas. Me es muy difícil elegir uno sin pecar de injusticia
hacia otros. Pido disculpas.
Casualmente ayer llegó de nuevo a mí este haiku, un haiku de niño del
libro La inocencia del Haiku de V.
Haya y que viene a cuento de lo hablado:
Ari tachi ga
kusa ni nobotte
sugu oriru
kusa ni nobotte
sugu oriru
ありたちがくさにのぼってすぐおりる
KATAOKA YUMIKO
Las hormigas en
fila
suben por una hoja de hierba...
y en seguida bajan
suben por una hoja de hierba...
y en seguida bajan
Si me permites abusar, me gustaría compartir con vosotros un haiku que
leí en el blog de la haijin argentina Mirta Gili .
en dirección
contraria,
también camina lento
una hormiga
Y de “Como si nada” elijo esto dos por los que tengo especial
predilección:
un potrillo tienta
las ubres de su
madre…
vega escarchada
bruma invernal;
no le queda cuerpo
al espantapájaros
Muchísimas gracias, Kotori. Y muy
especialmente desde HELA manifestarte nuestra emoción y agradecimiento por tu generoso
gesto de dedicar el importe íntegro de la venta de este libro a nuestra gaceta
HELA impresa. Muchísimas gracias por tu apoyo.
Gracias a vosotros y Feliz y Próspero Año Nuevo. Que los kami colmen al
mundo de bendiciones que buena falta hacen.
Enlaces de interés:
Para adquirir el libro en la
editorial:
También puedes recibirlo dejando
un comentario en cualquier entrada del blog de Kotori y lo hará llegar a través
de correo postal. El precio son 10 € + gastos de envío. En Amazon 9,50 € y en
e-book 2, 99 €.
5 comentarios:
Me encanta esta entrevista de principio a fin. "Un punto de esencia rodeado de desnudez", me parece muy buena esa definición de haiku.
En estos tristes momentos y en los peores que vendrán, "ponerse en modo haiku" me ayuda a no derrumbarme emocionalmente.
¡¡Muchas gracias!!!
Si no te importa quiero compartirla en FB. Creo que en este campo de batalla lleno de odios es necesario transmitir esta actitud tuya de la entrevista, a ver si se contagia.
Un abrazo
j
Por supuesto JJ. Encantada de que lo compartas y sobre todoa, agrdecida. Un abrazo -^-
me gustan la entrevistas
Un verdadero regalo, aire fresco, simpleza y honestidad en el camino, qué más?
Gracias por tus palabras Rosalía 🙏🤗
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