jueves, 1 de noviembre de 2018

LA CHOZA DEL HAIJIN 俳人の山小屋 EL CAMINO DE LA SUPERVIVENCIA por Mercedes Pérez ISSA, LA SONRISA DEL BUDA


LA CHOZA DEL HAIJIN

俳人の山小

fotokotori



EL CAMINO DE LA SUPERVIVENCIA  por Mercedes Pérez

ISSA, LA SONRISA DEL BUDA

Este invierno pasado leí un artículo en el que se hablaba de la influencia de los gestos del rostro en nuestro cerebro. La neurociencia (según el autor) está demostrando que una sonrisa ”muscular”, aunque sea forzada, puede desencadenar una serie de efectos químicos y neurológicos que nos lleven a sentir la alegría que hay detrás de una sonrisa real. Interesante.

Sin conocer en profundidad la biografía de  Kobayashi Yatarô( 1763-1827)  cuyo nombre de haijin es Issa (Taza de té), y en base a lo que he podido leer en castellano y en francés, se puede deducir que su  vida  estuvo plagada de infortunios que sobrellevó (aparentemente) con una alegría propia del budismo, no en vano era un devoto seguidor de la secta Jôdoshinshû.

Esta condición religiosa marcó definitivamente su obra al tratar en sus haikus temas claramente budistas como la compasión, el amor por los seres sintientes, la reencarnación, la impermanencia, etc.

Muchos de nosotros fuimos atrapados en las primeras lecturas de haiku en castellano por la simpatía que despierta  ese lado humano y cercano que desprenden los haikus de Issa. Me atrevo a decir que Issa horada sin dificultad las capas endurecidas de la mente occidental para que el haiku pueda penetrar sin resistencia. Ante Issa, el lector occidental no pone barreras, no está a la defensiva. Si a eso añadimos el parecido con Francisco de Asís (1182 -1226) en cuanto a su amor por las criaturas, su popularidad en Occidente está servida.  Issa, Asís, las mismas vocales bailando.

Algunos estudiosos de su figura apuntan a que, en cierto modo, Issa creó  conscientemente a lo largo de su obra literaria, un personaje  peculiar, humano y accesible, con los defectos y las virtudes de un hombre corriente: iconoclasta, perezoso, compasivo, contradictorio, irreverente, irrespetuoso, amante de los animales y los niños, huérfano, padre afligido…
Casi como ningún otro haijin dejó a través de sus haikus el autorretrato de su vida y de su personalidad. Esta especulación, aunque sea una posibilidad a tener en cuenta, no le resta mérito alguno. ¿Se pueden acotar en el alma de un poeta lo ordinario separándolo de lo trascendental? ¿Pudo Issa permanecer a salvo del virus del haiku y vivir en una cierta impostura? Sinceramente, no lo creo. El haijin responde a una forma de ser y estar en el mundo. El haiku no nace de un trabajo con horario, ni de una afición de fin de semana. A mi entender, es imposible pensar  que un auténtico haijin pueda ejercer desde la impostura respondiendo a un antojo literario y sobrevivir en el tiempo. Cuando el haiku te atrapa, pasa a formar parte de tu ADN y eso impregna tu cotidianidad sin que te des cuenta. El haiku actúa en tu cuerpo con  el mismo poder transformador que, según afirman  los neurólogos, tiene la sonrisa.

Puede que Issa, en un primer intento por sobrevivir en este mundo plagado de demonios, forzase en su rostro una sonrisa y en su vida un haiku. Luego sus neuronas hicieron el resto, dando lugar a la trasmutación del sufrimiento humano en evasiva felicidad, y a muchos haikus que al leerlos años después de ser escritos,  dibujan en nuestro rostro una sanadora sonrisa.


Yo no naka wa
jigoku no ue no
hanami kana

世の中は地獄の上の花見哉
ISSA
Mientras estamos en este mundo
por encima del infierno
¡poder contemplar las flores!


Ikinokori
Ikinokoritaru
samusa kana

生残り生残りたる寒さかな
ISSA
Sobreviviendo a mis seres queridos,
obstinado en sobrevivir…
¡Y muerto de frío!

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Tada oreba
oru tote
yuki no furi ni keri

たゞ居れば居るとて雪のふりにけり
ISSA
Simplemente estando,
quedándome en ese estar,
caía la nieve

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初螢ついとそれたる手風哉 ISSA
Hatsu-hotaru
tsui to soretaru
te-kaze kana

La primera luciérnaga:
El zigzag con que esquivó mi mano
Leve soplo de aire


犬の子の咥へて寢むる柳かな ISSA
Un perrito se ha dormido
sujetando en la boca
la rama de un sauce



*haikus traducidos por Vicente Haya









ENLACE A LA CHOZA DEL HAIJIN EN EL RINCÓN DEL HAIKU

4 comentarios:

nubeaguablog dijo...

Muchísimas gracias Mercedes por esta entrada tan entrañable.
De la misma forma que existe la morfología, también existe la grafoterapia como una forma de modificar actitudes. El mantener de forma consciente una actitud abierta al mundo y "sonriente" a pesar de la circunstancias adversas sin duda modifica el cerebro y muy posiblemente el mundo (además de que el cerebro ya es parte del mundo)
Un abrazo largo
j

Anónimo dijo...

Muy muy jugosa tu reflexión!

ADMINISTRADOR dijo...

Gracias por tu lectura y reflexión 🙏💜

ADMINISTRADOR dijo...

🙏 gracias.