LA CHOZA
DEL HAIJIN
俳人の山小屋
fotokotori
EL CAMINO DE LA SUPERVIVENCIA
por Mercedes Pérez
ISSA, LA SONRISA DEL BUDA
Este invierno pasado leí un
artículo en el que se hablaba de la influencia de los gestos del rostro en
nuestro cerebro. La neurociencia (según el autor) está demostrando que una
sonrisa ”muscular”, aunque sea forzada, puede desencadenar una serie de efectos
químicos y neurológicos que nos lleven a sentir la alegría que hay detrás de
una sonrisa real. Interesante.
Sin conocer en profundidad la
biografía de Kobayashi
Yatarô( 1763-1827) cuyo nombre de haijin
es Issa (Taza de té), y en base a lo que he podido leer en castellano y en
francés, se puede deducir que su vida estuvo plagada de infortunios que sobrellevó (aparentemente)
con una alegría propia del budismo, no en vano era un devoto seguidor de la
secta Jôdoshinshû.
Esta
condición religiosa marcó definitivamente su obra al tratar en sus haikus temas
claramente budistas como la compasión, el amor por los seres sintientes, la reencarnación,
la impermanencia, etc.
Muchos de
nosotros fuimos atrapados en las primeras lecturas de haiku en castellano por
la simpatía que despierta ese lado
humano y cercano que desprenden los haikus de Issa. Me atrevo a decir que Issa
horada sin dificultad las capas endurecidas de la mente occidental para que el
haiku pueda penetrar sin resistencia. Ante Issa, el lector occidental no pone
barreras, no está a la defensiva. Si a eso añadimos el parecido con Francisco
de Asís (1182 -1226) en
cuanto a su amor por las criaturas, su popularidad en Occidente está servida. Issa, Asís, las mismas vocales bailando.
Algunos
estudiosos de su figura apuntan a que, en cierto modo, Issa creó conscientemente a lo largo de su obra
literaria, un personaje peculiar, humano
y accesible, con los defectos y las virtudes de un hombre corriente:
iconoclasta, perezoso, compasivo, contradictorio, irreverente, irrespetuoso,
amante de los animales y los niños, huérfano, padre afligido…
Casi como
ningún otro haijin dejó a través de sus haikus el autorretrato de su vida y de
su personalidad. Esta especulación, aunque sea una posibilidad a tener en
cuenta, no le resta mérito alguno. ¿Se pueden acotar en el alma de un poeta lo
ordinario separándolo de lo trascendental? ¿Pudo Issa permanecer a salvo del virus del haiku y vivir en una cierta
impostura? Sinceramente, no lo creo. El haijin responde a una forma de ser y
estar en el mundo. El haiku no nace de un trabajo con horario, ni de una afición
de fin de semana. A mi entender, es imposible pensar que un auténtico haijin pueda ejercer desde la
impostura respondiendo a un antojo literario y sobrevivir en el tiempo. Cuando
el haiku te atrapa, pasa a formar parte de tu ADN y eso impregna tu
cotidianidad sin que te des cuenta. El haiku actúa en tu cuerpo con el mismo poder transformador que, según
afirman los neurólogos, tiene la
sonrisa.
Puede que
Issa, en un primer intento por sobrevivir en este mundo plagado de demonios,
forzase en su rostro una sonrisa y en su vida un haiku. Luego sus neuronas
hicieron el resto, dando lugar a la trasmutación del sufrimiento humano en
evasiva felicidad, y a muchos haikus que al leerlos años después de ser
escritos, dibujan en nuestro rostro una sanadora
sonrisa.
jigoku no ue no
hanami kana
世の中は地獄の上の花見哉
ISSA
Mientras
estamos en este mundo
por encima del infierno
¡poder contemplar las flores!
por encima del infierno
¡poder contemplar las flores!
Ikinokoritaru
samusa kana
生残り生残りたる寒さかな
ISSA
Sobreviviendo a mis seres queridos,
obstinado en sobrevivir…
¡Y muerto de frío!
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Tada orebaoru tote
yuki no furi ni keri
たゞ居れば居るとて雪のふりにけり
ISSA
Simplemente estando,
quedándome en ese estar,
caía la nieve
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初螢ついとそれたる手風哉 ISSA
Hatsu-hotaru
tsui to soretaru
te-kaze kana
La primera luciérnaga:
El zigzag con que esquivó mi mano
Leve soplo de aire
犬の子の咥へて寢むる柳かな ISSA
Un perrito se ha dormido
sujetando en la boca
la rama de un sauce
*haikus traducidos por Vicente
Haya
ENLACE A LA CHOZA DEL HAIJIN EN EL RINCÓN DEL HAIKU
4 comentarios:
Muchísimas gracias Mercedes por esta entrada tan entrañable.
De la misma forma que existe la morfología, también existe la grafoterapia como una forma de modificar actitudes. El mantener de forma consciente una actitud abierta al mundo y "sonriente" a pesar de la circunstancias adversas sin duda modifica el cerebro y muy posiblemente el mundo (además de que el cerebro ya es parte del mundo)
Un abrazo largo
j
Muy muy jugosa tu reflexión!
Gracias por tu lectura y reflexión 🙏💜
🙏 gracias.
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