jueves, 29 de junio de 2017

IV PARTE Aprender a mirar como un niño HAIKU DÔ : EL CAMINO DEL HAIKU EN ESPAÑOL 4ª PARTE (ARTÍCULO ESCRITO PARA LA GACETA HELA Nº 34, EL HAIKU A DEBATE)



Clika en el siguiente enlace para ver el artículo entero y la Gaceta HELA con otros muchos artículos sobre este interesante tema.


El Haiku-Dô: Aprender a mirar como un niño.

En la presentación del libro de haikus Sin otra luz que hicimos Manuel Diez Orzas, Félix Arce  y yo misma en la Fundación José Hierro, expusimos lo siguiente:
“En una sociedad como ésta en la que vivimos, -tan alejada de los valores en los que el haiku del que hablo se inspira,- una sociedad rebosante de contaminación, stress, competitividad, tv. basura, consumo desmesurado, materialismo a ultranza, corrupción, insolidaridad, alimentos desnaturalizados… en un mundo así, el haiku, lo tiene crudo porque no mira precisamente hacia ese lado, más bien al contrario. Y en ese sentido, el haiku que a nosotros nos conmueve, es terriblemente revolucionario. Es como el micro chip de un arma secreta DE REGENERACIÓN MASIVA que guarda entre sus diecisiete sílabas o sonidos la información de lo que Es, de la Vida….
Inmediatamente, caeremos en la cuenta que escribir haiku basado en esos principios, no es tan fácil, porque el haiku- dô, te exige como primer paso, desprenderte de toda adherencia cultural, de todo ego y eso, amigos y amigas, es un gran reto. 
Dile a tu mente, es decir, dite a ti mismo, que tú no vales nada para el haiku o que vales tanto menos que un piojo.
Que tus sentimientos humanos como el amor, el desamor, el odio, las pasiones, no tienen cabida en él. Que has de convertirte en un tubo hueco, en una caja de resonancia en la que sonará una melodía que no has escrito porque simplemente eres testigo de lo que acontece y tu única responsabilidad es estar afinado para que la melodía suene lo mejor posible.
Al mismo tiempo, disponte a adiestrar los sentidos, (no los sentimientos que de eso sabemos mucho en occidente). Unos sentidos adormecidos por una cultura en la que prima lo mental, (el hemisferio izquierdo hiperactivo) y mientras, pon en marcha el mecanismo que conecte tu mente y tu corazón.
Simbólicamente  has de defenestrarte para armonizar tu ser y volver a integrarte en el Todo, dejando de estar separado por una mente que te sitúa, por el hecho de ser un humano, en una posición de privilegio sobre la Naturaleza, distanciándote prepotentemente de todos los demás seres que la habitan. Una vez destruidos  y aniquilados todos nuestros apoyos, todo lo que el intelecto fue creando a lo largo de nuestra existencia…¿en que nos hemos convertido? probablemente, en algo parecido a un niño… eso sería lo ideal.”

¿Estamos dispuestos a mirar por el pequeño agujerito que es el haiku con la inocencia con la que los niños se acercan a las cosas? De nuevo la inocencia. Una mirada pura ¿es posible hoy en día o ya ha dejado de formar parte de la humanidad que habita este mundo tan “civilizado”? 

Esperemos que no.
sin otra luz
colocando batatas
en los rescoldos
Mercedes Pérez (España)

Soleada arena
Un gorrión en el hueco
que hizo el niño
Jorge Braulio (Cuba)

Puesta de sol-
el último reflejo
en la bandada

Luis Alberto Plaquín (Argentina)

Silencio en el pueblo. 
La casulla del cura 
tendida al sol.
De Enrique Linares (España)


Beber agua
donde se ven los pinos.
Atardecer
Rafael García Bido (República Dominicana)

No cedió más
la piel de la granada.
Amanecer

Juan Francisco Pérez (España)



Mercedes Pérez

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