GACETA HELA Nº 34, EL HAIKU A DEBATE
Haiku y Holismo: “Todo lo que existe, coexiste”
Me he preguntado
muchas veces por esta haiku-pasión
sin aparente sentido y las respuestas que han surgido de mis lecturas,
conversaciones, experiencia apuntan hacia una forma con la que algunos nos relacionamos
con el mundo y a la que situaría próxima
a un enfoque holístico de la vida.
Personalmente, nada me impide moverme con
libertad entre las aguas que surgen de distintos manantiales. ¿Es eso una
contradicción? No lo sé. ¿Es malo tener contradicciones? Depende. El alma en su
peregrinaje, bebe de los distintos
manantiales para saciar la sed de su espíritu.
Hasta no hace mucho,
Oriente y Occidente se relacionaban de forma bien diferenciada con su entorno. Uno
lo hace o hacía en líneas generales, en
base a principios que valoran, por ejemplo en el budismo, la eliminación del yo
que nos separa del entorno o el cuidado de todos los seres que habitan el
universo para no provocar sufrimiento. Como contrapunto, en Occidente ha
primado la separación del hombre del resto con una concepción del Yo que ha derivado en la egolatría y
creo que todos somos capaces de comprender las consecuencias de ello.
Si vamos más allá de
la forma rígida con la que el pensamiento reduccionista encasilla las cosas para
que nada se descontrole, veremos que, en el fondo, ese agua es la misma.
Llamémosla Tao,
Creación, Naturaleza, Madre Tierra, Pachamama, Tonantzin, Gaia, Ärbol de la
Vida,, … Démosle el nombre que más nos guste, pero estaremos hablando de
aquello que sostiene la misma realidad más allá de la razón y la religión. Más
allá de la utilidad práctica que tengan para el hombre esas aves, ese lirio,
ese pino, ese bambú que mencionaron Jesús de Nazaret y Bashô. Más allá de su
composición química. Más allá de cualquier análisis que queramos hacer para
dominar o comprender eso que late y que se nos escapa, como lo hace nuestra
vida, sin que podamos evitarlo.
Es por ello que creo
que en muchas partes del mundo y sobre todo en países de lengua hispana, poetas
sensibles a esta vibración han conectado
con el trasfondo espiritual de esta particular forma de poesía
originaria de oriente, sin quedarse atrapados en la formalidad de la métrica.
El tiempo dirá si estamos o no ante un fenómeno que marque la diferencia en el
haiku en Occidente.
No es casualidad que en Cuba, Argentina,
Colombia, República Dominicana, España, México, Bulgaria, Canadá …etc. cultiven un haiku que se mantiene vivo al
margen de modas y que ahonda en el
asombro puro de lo que acontece en la Naturaleza. Y mientras esto ocurra,
mientras las cosas que parecen no importar a nadie le importen al haiku, hay lugar para la esperanza.
Me viene a la memoria el Concierto de Haiku Ser Agua que se celebró en 2015
en Colombia y España y que contó con Vicente Haya, Raúl Ortiz y Juan Felipe
Jaramillo como “directores“ de esta orquesta tan particular. Una idea
maravillosa que aunó “las diversas
búsquedas y corrientes creativas que han estado floreciendo en los países de
origen hispano con el fin de construir una obra de carácter colectivo”.
En
total fueron 31 autores de habla hispana que aportaron 80 haikus afinados de
tal manera que “la voz de los haikus
elegidos diera la textura y el relieve poético a una creación colectiva que,
además de ser presentada en forma de un texto impreso para su lectura, pudiera
llegar a ser representada en un escenario en el que la música, los sonidos del
mundo y las imágenes visuales se encuentren y se unan para fecundarse y
multiplicar su belleza”. Recomiendo su lectura porque es evidente que es un
canto a la Naturaleza y por tanto, opino que encarnan el espíritu de lo que se
denomina Haiku de lo Sagrado. Facilito un enlace donde pueden acceder a esta
interesante información.
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