viernes, 30 de junio de 2017

VII PARTE El haiku como adiestramiento espiritual. Conciencia plena. Mindfulness.HAIKU DÔ : EL CAMINO DEL HAIKU EN ESPAÑOL (ARTÍCULO ESCRITO PARA LA GACETA HELA Nº 34, EL HAIKU A DEBATE)



Clika en el siguiente enlace para ver el artículo entero y la Gaceta HELA con otros muchos artículos sobre este interesante tema.


El haiku como adiestramiento espiritual. Conciencia plena. Mindfulness.
Sin ser patrimonio del budismo, el haiku-dô tiene puntos básicos que entroncan con esta tradición. La Conciencia Plena, o la Plena Atención que ahora tan de moda está bajo el nombre de Mindfulness es uno de ellos y bien útil por cierto.
Por lo tanto, para mí, el haiku es parte de un adiestramiento espiritual que me invita a desaparecer voluntariamente dentro de un maravilloso mundo preñado de asombros,  y de esa manera “intentar” armonizarme con él.

Es observar las cosas en su Ser tal y como son e ir a su esencia, no para diseccionarla o adaptarla a mi concepto mental de lo que ha de ser sino para hacerme uno con ella dejando aquietar mi mente occidental en la medida de lo posible.

Y qué mejor manera de ilustrar tanta palabrería con lo que de verdad importa. Todos estos haikus que he intercalado en el texto, se hacen eco de lo sagrado en distintos puntos del lugar que nos acoge, nuestro planeta Tierra.

No olvidemos además, algo en lo que insisto mucho y es la proyección personal que como lectores hacemos cuando estamos ante  un haiku . Tan difícil o más que escribir haiku, es tener la disposición correcta para leerlos. Os recuerdo:


WA, KEI, SEI, JAKU

lluvia de anoche...
rezuma el brocal
de un pozo seco

Manuel Díez Orzas (España)


niebla matinal… 
escarba en la hojarasca 
un gallo rojo

Charo Ortolá (España)
susurrando…
un niño frente al belén
pregunta por el desierto


Félix Arce Aráiz(España)

Epifanía.
Se derrite la escarcha
de las violetas

Toñi Sánchez Verdejo



El camino del haiku, afortunadamente, no tiene una meta de llegada, la meta es el caminar. Y en ello estamos. Gracias por llegar hasta aquí.
 



Mercedes Pérez

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