Sobre las cenizas frías
de las hojas quemadas,
huellas de pájaros.
Sólo el rumor
del río se escucha
en la montaña.
Nada se mueve;
ni los árboles zarandeados
por el viento.
Carnaval:
un disfraz encima
de otro disfraz.
Los habitantes
del pueblo abandonado:
el viento y las zarzas.
La mariposa
de alas rotas busca flores
en otoño.
Las hojas secas
caídas han borrado
todos los caminos.
En los acantilados
de la duda rompe el mar
del silencio.
En cualquier lugar
del bosque de la montaña,
un cuidado jardín.
Atrapada
en las púas del espino,
una hoja seca.
Perdida en la ciudad,
la mariposa busca
una calle con flores.
El gorrión
echa a volar y cae
una hoja seca.
2 comentarios:
Instantes pintados en la brevedad del haiku con una poética increíble. Gracias por compartir
Gracias por detenerse a comentar Marianne.
Publicar un comentario